El príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis deben cumplir una serie de protocolos reales cuando acompañan a sus padres, Kate Middleton y el príncipe William a algún acto público, sin embargo, los tres niños deben seguir algunas reglas estrictas establecidas por los príncipes de Gales a fin de mantener el orden y la sana convivencia entre ellos.
Los nietos del rey Carlos tuvieron unos meses de grandes cambios: cambiaron de casa, se quedaron sin niñera de tiempo completo, falleció su abuela y además cambiaron de casa. Pero a pesar de todo lo que pasaron, los tres niños tienen estrictas reglas que seguir.
Una de ellas fue implementada por Kate Middleton y el príncipe William cuando la convivencia entre ellos se vuelve tensa o muy bulliciosa: se trata de "no gritar". Esta regla la impusieron para mantener su hogar lo más tranquilo y relajado posible.
La sana convivencia familiar
Una fuente reveló a The Sun cómo el príncipe William y Kate tratan a sus hijos de una manera tranquila y gentil y nunca les gritan: "Gritar está absolutamente 'prohibido' para los niños y cualquier indicio de gritarse entre ellos se elimina". En lugar de enviar a sus hijos a sus habitaciones, Kate y William introdujeron un "sofá de chat".
"Se lleva al niño travieso de la escena de la pelea o la interrupción y Kate o William le hablan con calma. Se explican las cosas y se describen las consecuencias y nunca les gritan. Otra forma en que la pareja mantiene la relación".
Y es que el estilo de crianza de los Gales se ha caracterizado por intentar que la vida de los niños reales sea lo más normal posible, lo cual están logrando a través de la implementación de ciertas reglas con los miembros del personal en el hogar.