En el cielo los planetas realizan un movimiento constante, lo que es estudiado por la Astrología para así predecir la energía de un tiempo determinado. Cuando algunos entran en diferentes signos zodiacales, o hacen contactos entre ellos se denomina tránsito astrológico, y eso se perfecciona este domingo 31 de julio: Mercurio hace una oposición a Saturno.
Lo anterior sin duda provocará diferentes reacciones en todos nosotros. El cielo, en esta ocasión, nos entregará cierto tipo de energía respecto a cómo nos comunicamos con los demás y el pesimismo que podría haber en ese sentido.
Pero para comprender de qué estamos hablando, es necesario primero entender qué significa cada planeta y el aspecto que hacen entre ambos.
¿De qué habla Mercurio, Saturno y una oposición?
Mercurio tiene que ver con las comunicaciones, el intelecto y el lenguaje. Habla de cómo nos expresamos y el tipo de cosas que nos interesa aprender. En este tiempo se encuentra en Leo.
Saturno, por otro lado, habla de la disciplina, el tiempo, las reglas y el trabajo duro para conseguir la evolución.
Por otra parte, una oposición es el aspecto o configuración de dos astros que se encuentran, en relación a la Tierra, en dos puntos del cielo diametralmente opuestos. En el periodo de la oposición el Sol, la Tierra y el planeta se ubican aproximadamente a lo largo de una línea recta y en el orden mencionado.
Mercurio oposición a Saturno: Posible negatividad al momento de comunicar
El tránsito Mercurio oposición Saturno trae pensamientos serios y conversaciones responsables, pero también negatividad y tristeza. La falta de autoestima puede llevarnos a tener a dificultades de comunicación y aislamiento. También, este aspecto puede causar dificultad de concentración y una tendencia a imponer las ideas propias. En cualquier caso, existirán inconvenientes de adaptación en la comunicación intelectual; esto puede crear algunas tendencias depresivas y de desconfianza.
Estos no son días para tomar decisiones importantes, especialmente en relación a los vínculos, y es importante evitar firmar contratos o hacer grandes inversiones.
Existe una tendencia a ver obstáculos y caer en la desconfianza y la duda, tanto sobre nosotros mismos como con respecto a los demás. Es importante escuchar nuestra voz interior prudente y precavida sin intentar ejercer presión sobre las situaciones que atravesamos.
Es relevante observarnos desde lejos y revisar nuestros defectos para así lograr darles otro enfoque y poder eventualmente modificarlos. Centrarnos en fortalecer las áreas más frágiles y limar nuestra vulnerabilidad es clave para atravesar este tránsito de la mejor manera alejándonos de las voces negativas que pueden desanimarnos.