El aura es la energía que emite toda forma de vida desde sus células, y que irradia para el exterior en forma de calor, de frecuencia electromagnética o bioplasmática. Las personas tenemos 7 campos áuricos. Estas son capas de energía fuera del cuerpo físico que se organizan una encima de la otra.
Cada campo es el resultado de una actividad psíquica y espiritual con sus particularidades, por eso aquellas personas que logran un nivel de espiritualidad y conexión mayor, es probable que tengan una frecuencia electromagnética más visible y grande.
Cada parte de nosotros (físico, emoción, mente y espíritu) tiene una vibración energética con diferentes texturas y densidades que se distribuyen por capas. Cabe destacar que ninguna de ellas es más importante que otra, y todas juntas conforman a la persona en su totalidad.
¿Qué refleja y dice el aura?
Todos nuestros pensamientos, sentimientos, y experiencias están reflejadas en el aura, al igual que lo que atraemos de nuestro entorno. En este sentido, el alma refleja nuestra energía y atrae energía de otros cuerpos y ambientes.
¿Cuáles son las 7 capas del aura?
Cada uno de los campos posee su propio color y provoca sensaciones distintas. Por eso cuando nos acercamos a alguien y nuestros campos áuricos se encuentran, sin tocarnos físicamente, empezamos a percibir emociones distintas.
El aura es la combinación del cuerpo etéreo, emocional y físico, al igual que de la información de nuestras almas, y está ligada a los chakras. Descubre cuáles son los siete campos a continuación:
El aura usualmente se extiende entre uno y tres pies de distancia del cuerpo físico en todas las direcciones, rodeando a la persona como un "huevo de luz" de múltiples capas.
La segunda capa es fluida y está constantemente en movimiento. Su forma se asemeja al cuerpo físico, porque es una copia idéntica de su tamaño. Está compuesta por matices multicolores y está asociada a las emociones y vivencias.
Esta capa áurica tiene la posibilidad de poderse usar para producir fenómenos visuales, a través de un médium.
La tercera capa áurica está estructurada con respecto a nuestro pensamiento. Compuesta por finas líneas amarillas que resplandecen cuando nos concentramos en un proceso mental.
Es la única capa en que no solo irradia energía hacia el exterior, sino que también se dirige hacia el interior. Es de gran ayuda para diagnosticar la intensidad de alguna enfermedad en una zona determinada.
Esta capa suele ser la más grande y tiene una forma ovoide que se asocia con el aura. Es fluida y dinámica, y está compuesta por matices multicolores, pero con tonos más luminosos en los que predomina el magenta.
Esta capa áurica se forma con las emanaciones del cuerpo astral, que es donde almacenamos la información de nuestra vida pasada y presente.
Los pensamientos negativos afectan la constitución de esta capa áurica, formando aristas duras y colores sucios, y cuyo tamaño puede ser desde una uva grande hasta una pequeña semilla.
La quinta capa establece la diferencia entre el pensamiento cotidiano consciente y el Ser Superior. La capa áurica mental inferior muestra la capacidad de una persona en el plano consciente o intelectual.
Cuando se posee un buen dominio de la capacidad intelectual, esta capa áurica es brillante y ancha, normalmente de 4 a 20 centímetros, sobre todo en la región de la cabeza. Esta capa suele ser, casi siempre, de color amarillo claro cuando se goza de buena salud mental, porque cuando existen problemas esta capa se muestra asimétrica.
EI borde exterior del aura superior suele ser de color violeta con una franja azul oscuro en la parte interior. Dada su energía, este cuerpo vibra con una frecuencia difícil de apreciar por el ojo humano y por lo tanto sólo se puede ver una parte de este cuerpo, que en forma de medialuna, está dispuesta transversalmente sobre la cabeza. Suele medir unos 60 centímetros.
Esta capa contiene las energías que generan la capacidad de nuestra mente superior. Es nuestro vínculo con nuestro origen y el acceso al conocimiento universal.
Esta aura representa la conexión con el plano superior y la sabiduría divina, y se puede manifestar en un rayo y luz dorada brillante. Entre más separado esté el individuo de su propósito supremo y su camino espiritual, más oscura o bloqueada estará esta capa del aura.
Las tres primeras auras son conocidas en forma genérica como "el aura de la salud", ya que refleja el estado y funcionamiento de nuestro cuerpo físico, siendo una gran ayuda para sanar o descubrir de dónde provienen nuestras principales dolencias.
Mientras que las siguientes cuatro capas, nos invitan a conocer más sobre nuestro ser más profundo y espiritual, por lo que la cultivación y conexión con estas auras se logra de forma muy más sencilla a través de la meditación.
