Corría el año de 2018 cuando los duques de Sussex dieron a conocer la llegada de un nuevo integrante a la familia. Fue el 6 de mayo del 2019 cuando llegó al mundo Archie Mountbatten-Windsor, el primer hijo del príncipe Harry y Meghan Markle.
El nombre de Archie tiene una raíz germana que significa dos palabras "valiente" o "audaz", una elección que tomó por sorpresa a muchos que pensaron que la pareja elegiría nombres como Alexander o Albert.
Para recordar un poco la historia el nombre original del niño es Archibald y tiene relevancia en la medida en que este nombre fue usado en la Edad Media en las tierras altas de Escocia.
Se cree que el niño lleva el nombre en honor del antepasado de la madre de Harry, la princesa Diana: Archibald Campbell, 9º conde de Argyll de Escocia. Sin embargo y según se ha informado en diferentes medios, al parecer la pareja no siempre estuvo de acuerdo con cuál podría ser el primer nombre de su pequeño, su desacuerdo consistía en que no sabían si el primer nombre del niño debía ser Harrison.
Al final lograron decidirse por Archibald en primer nombre y uno segundo que fuera Harrison. Cabe anotar que Meghan también es pariente lejana de Benjamin Harrison, ex presidente de EE.UU., lo que significaría que la unión de estos nombres en su hijo une simbólicamente a Estados Unidos y al Reino Unido.
Es importante destacar que el niño es el cuarto nieto del príncipe Carlos de Inglaterra, octavo bisnieto de la reina Isabel y el séptimo en la línea de sucesión al trono británico, por detrás de su abuelo, de su tío, el príncipe Guillermo; de los tres hijos de este y de su padre, el príncipe Harry.