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A unos días del primer aniversario luctoso de Vicente Fernández, las anécdotas de su vida y el interés por cómo fueron sus últimos momentos han seguido creciendo. Hace casi un año, la familia Fernández Abarca compartió con los miles de fans de Don Vicente el último adiós, pero se reservó para un momento íntimo el momento del entierro.
El gigante de la música regional mexicana falleció el 12 de diciembre a los 81 años, después de meses de enfermedad y hospitalización. Unos días después, permitió que las cámaras mostraran a los seguidores del intérprete las imágenes de la última morada de su ídolo. Los restos de Vicente Fernández descansan en el rancho "Los Tres Potrillos", ubicado en Tlajomulco de Zúñiga, en el kilómetro 20 de la carretera Guadalajara- Chapala, en Jalisco.
Tras un emotivo homenaje con la asistencia de unas 50 mil personas, incluyendo familiares, amigos cercanos, Don Vicente Fernández fue enterrado en su rancho, donde él pidió que quedaran sus restos mortales.
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El espacio elegido por la familia se encuentran junto a la entrada principal del rancho Los Tres Potrillos, donde el cantante pasó los últimos años de su vida y cuando fue su último adiós, estaba coronada por la escultura de un charro a escala hecha en bronce, en memoria de Vicente Fernández.
En noviembre, la familia volvió a abrir las puertas del rancho pues colocaron un colorido altar de Día de Muertos para honrar su memoria. El altar fue colocado justo al lado de la tumba del cantante, en la entrada de su rancho llamado Los Tres Potrillos y hasta donde el público llegó por un camino lleno de flores de cempasúchil y velas.
De acuerdo con la familia, artesanos del estado del vecino estado de Michoacán fueron los encargados de realizar ese altar con flores de cempasúchil, velas y veladoras colocadas desde la entrada del lugar hasta la tumba.
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El lugar fue decorado con elementos tradicionales como la calavera de azúcar, las cruces, las flores y el pan de muerto y con los objetos personales del Charro de Huentitan con un retrato del cantante, su traje de charro y su silla para montar, además de algunos dulces y bebidas que le gustaban.
Los Tres Potrillos es un centro turístico de Guadalajara donde los visitantes pueden adentrarse en la intimidad de la familia y disfrutar de la comida que se sirve en su restaurante y en este primer aniversario luctoso, sin duda, nos regalará nuevas postales del lugar donde se le rendirá tributo este 12 de diciembre.