El Palacio de Buckingham trabaja a marchas forzadas para tener todo listo el próximo seis de mayo, donde el rey Carlos III y la reina consorte, Camilla Parker Bowles, serán coronados ante tres mil personas, en la Abadía de Westminster y esta es una de las exigencias más llamativas del monarca británico para no ser opacado por la difunta reina Isabel II.
Al parecer, el esposo de Camilla Parker no quiere en su coronación nada que tenga que ver con su difunta madre y estaría dispuesto a romper este importante protocolo, pues se dice que mando a "cambiar el histórico trono" que usó la monarquía en más de una ocasión. Carlos III pretende, tanto para él como para su esposa, estrenar tronos nuevos.
Aunque se ha dicho que el nuevo monarca respetará las tradiciones de la monarquía británica, y solo modernizará un poco el ritual con más de mil años de historia, parece que el rey Carlos no quiere nada que lo relacione con la reina Isabel II en su coronación.
Cada monarca tiene derecho a una silla
Dicha decisión llama mucho la atención, pues "la Silla de la Coronación" es una pieza histórica y forma parte de la tradición británica. Sin embargo, al hijo de Isabel II le agradó más la sugerencia de tener su propia silla.
La "Silla de la Coronación de la Capilla de San Jorge" es uno de los muebles "más preciados y famosos" del mundo. Pero el monarca mayor prefiere que se respete su derecho real, que indica que "cada monarca puede tener su propia silla".
Los detalles que se dieron a conocer sobre la coronación indican que el rey Carlos III será "colocado sobre un estrado elevado". A su lado estará su esposa, Camilla, pero "en un nivel inferior, como marca la tradición británica.