La reina consorte Camilla deslumbró en su primer banquete de Estado en Alemania la noche de este 30 de marzo al aparecer con la espectacular tiara Greville y un collar de diamantes herencia de la reina Isabel II.
Camilla y Carlos fueron los invitados de honor a una cena de etiqueta ofrecida por el presidente Steinmeier y su esposa, Frau Büdenbender, en su residencia oficial, el palacio de Bellevue.
Cabe señalar que este es el primer viaje al extranjero de Carlos III como rey y de Camila como reina consorte y precisamente ella quiso hacer varios homenajes con la joyería que llevó a Bundesrepublik Deutschland, con dos tiaras y en un broche que ha utilizado durante su gira extranjera.
¿Con qué joyas Camila rindió homenaje a Isabel II y a los príncipes de Gales?
Entre las actividades en Alemania, el heredero al trono Carlos III y Camila fueron recibidos por el presidente, Frank-Walter Steinmeier, y por la primera dama, Elke Büdenbender, realizaron un paseo en conjunto por la puerta de Brandeburgo, y para cerrar el día se organizó, en el palacio de Bellevue, una cena de gala.
Fue precisamente en esta cena en la que descubrimos que Camila observó la tradición y se llevó no una, sino dos tiaras reales, estaba en duda cuál sería su proceder ya que recientemente la reina de España, Letizia, no llevó ninguna joya para adornar su cabeza durante la cena de Estado precisamente en Alemania, como tampoco lo hacía Sofía.
La reina consorte de Gran Bretaña utilizó en Berlín la tiara Greviile, que le perteneció a Margaret Greviile, una dama de la alta sociedad británica que a su muerte dejó le dejó esta joya a la reina madre, además de la tiara que utilizó la princesa Eugenia el día de su boda.
Cuando Isabel Bowes-Lyon también murió quedó en manos de Isabel II, que nunca la uso, por lo que en 2005 cuando Carlos se casó con Camila, se la regaló para que la pudiera mostrar en sus eventos más importantes. Durante su época como duquesa de Cornualles fue la tiara que más uso.
La segunda de las tiaras que usó fue la de City of London, que fue convertida en una gargantilla por la reina Isabel II. La historia de esta joya es de siglo XIX, se trató de un regalo de la ciudad a la entonces princesa de Gales por su boda con el príncipe Felipe, no veíamos la gargantilla desde 2012 cuando la usó la difunta Isabel.