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El estrés es algo que está presente a nivel mundial en la vida de los seres humanos, ya sea por la vida atareada y acelerada que llevamos, o por emociones que guardamos y que nos llevan muchas veces al colapso.
Según algunos estudios a nivel mundial, 8 de cada 10 personas sufren de estrés, la cual es una cifra muy alta. Sin embargo, ¿qué hábitos podemos estar replicando en nuestra vida personal que nos pueden llevar a vivir esta incomoda sensación? Hoy te contaremos algunos de ellos para que revises si los repites en tu vida y reflexiones como poder ir cambiándolos.
Estrés: Revisa aquí los hábitos que pueden contribuir con esta incómoda sensación
El estrés es definido como "estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento superior al normal, suele provocar diversos trastornos físicos y mentales", lo que se traduce muchas veces en frustración, nerviosismo y del enojo. Descubre aquí algunas de sus causas.
Sobrepensar en las posibles situaciones y diversos escenarios puede ayudar a ser más precavidos, pero en exceso puede transformarse en un horrible mecanismo que puede llevar a la extrema angustia y colapso, ya que desconecta a las personas del presente.
Hay muchas cosas que no podremos controlar y siempre la vida se encargará de recordárnoslo de una u otra forma. Muchas veces querer controlar todo puede ser sinónimo de querer sentirnos seguros, sin embargo, puede ser un arma de doble filo. Por ello es que se recomienda buscar la seguridad en nuestro interior y nuestras capacidades más que buscarlas en el exterior.
Cuando eres perfeccionista es muy probable que quieras entregar lo mejor de ti en toda situación y en todo ámbito de tu vida, lo que puede indicar que tienes un gran corazón. Sin embargo, cuando esto pasa a no aceptarte y a castigarte por no hacerlo "perfecto" o como tu quieres que sea, puede provocar mucho estrés, ya que las cosas no solo dependen de ti, muchas veces implican muchos más factores.
Es por eso que te recomendamos aceptar más y a entender que haz dado lo mejor que puedes en cada área de tu vida y eso está perfecto.
Cuando se asumen roles que no nos corresponden añadimos peso a nuestras responsabilidades, lo que puede acumular un sinfín de tareas que pueden detonar un colapso y sensaciones de estrés. Es por eso que quizá esta sea la señal de que confíes más en las capacidades del resto y no te hagas cargo de aquello que no te corresponde.
Cuando confías en que todo va a salir mal, que nada puede salir bien y que todo puede dañarte, automáticamente te llevas a un escenario en donde nada bueno puede pasar, conectando con la frustración y desesperanza. Recuerda que si no te abres al cambio es muy difícil que este suceda, ya que cuando quiere ocurrir lo más probable es que le huyas.
Cuando te fuerzas a decir que sí para no hacer sentir mal a las personas, anulas tus deseos y te traicionas, lo que puede generar frustración y angustia, además de estrés. Es por eso que te recomendamos que no aceptes compromisos que no quieras realizar, y que priorices tu bienestar mental y emocional.
Ahora que ya sabes algunos de los hábitos que pueden incrementar el nivel de estrés en las personas, ¿te identificas repitiendo alguno? Recuerda que los hábitos pueden cambiarse con ayuda y determinación, pero el primer paso es hacerse consciente y querer modificar aquello que no está sumando a nuestra vida.