El diario británico The Guardian publicó una serie de preguntas que Kylie Minogue respondió a sus fans. Una de esas preguntas tiene que ver con su vestuario para sus giras.
Un usuario de redes que firmó como TopTramp le preguntó si es verdad que sus pantalones dorados están en un museo y que si es posible visitarlo.
La cantante y actriz de 54 años respondió: "¡Sí! Están entre los cientos de piezas que doné al Arts Centre Melbourne. La primera exposición de mis disfraces y memorabilia tuvo lugar en 2005, que fue agridulce porque me acababan de diagnosticar cáncer de mama y no pude asistir. El museo tenía un gran libro de visitas, por lo que los visitantes me escribían mensajes, lo cual fue muy conmovedor cuando me presentaron el libro".
Allí, dijo la cantante australiana más exitosa de todos los tiempos, están los pantalones cortos y los overoles de Charlene y casi todos los disfraces que ha usado.
Además, Kylie contó: "El V&A (Victoria and Albert Museum, en Reino Unido) realizó una exposición similar en 2007, que fue muy emocionante pero también surrealista y abrumadora. Todavía me cuesta creer que el V&A tuviera en exhibición una réplica de mi camerino de Showgirl: Homecoming Tour de 2006. El otro día, me preguntaba dónde estaban mis chanclas de cuero color bronce favoritas de Manolo Blahnik, y las busqué por todas partes. Entonces recordé que estaban felices pasando el rato en mi camerino en el V&A".
Otra anécdota curiosa contada por la intérprete de "Can't Get You Out of My Head" fue que sus icónicos pantalones cortos los consiguió su amiga, la artista Katerina Jebb, en una tienda benéfica en Londres por 50 peniques. Los usó para una fiesta para cantar en un bingo drag, pero cuando hizo el video de "Spinning Around", "mi estilista los sacó de mi armario y el resto, como dicen, es historia".
"¿Quién los había usado antes que yo? Nunca lo sabré. Me gusta pensar que tuvieron un par de salidas divertidas pero estaban en buenas condiciones. No puedo decir lo mismo después de un video musical sofocante. Han perdido parte de su brillo, pero no les importa, ya que han sido inmortalizados detrás de un cristal y solo los manipula el personal del museo con guantes blancos".