Por más de 20 años, Angela Kelly fue la asistente personal, consejera, estilista y responsable del guardarropa de Isabel II, un cargo que fue creado específicamente para ella. Además, era mucho más que su confidente: fue su mano derecha, una dama de compañía fuera de la nobleza.
Por indicación de la misma reina, parecía haber conservado el privilegio de residir en uno de los apartamentos de Windsor, pues el resto de su equipo tuvo que abandonar sus residencias en un mes. Pero el rey Carlos III cambió de opinión y le hizo saber que debía desalojar su vivienda pues ya no estaba al servicio de la monarquía.
Son otros tiempos, y Angela Kelly ya no tiene ningún lugar en el palacio, así que durante la semana, compartió una foto de su jardín y reveló sus planes de alejarse de la ciudad de Berkshire. "Preparándome para decir adiós. Por fin me mudo a mi nuevo hogar, al que finalmente podré llamar Mi Hogar", compartió.
También reveló a dónde se mudaría después de que un fan le preguntó en los comentarios. Ella respondió: " Me mudaré a Peak District un poco más allá de Sheffield para no estar muy lejos de la familia. Te enviaré la dirección en caso de que estés de paso".
"Mi teléfono del trabajo fue desconectado, pero espero que tengas este. Si no, me pondré en contacto con tu oficina. Espero con ansias mis Nuevas Aventuras", escribió en su post.
La reacción de los fans no se hizo esperar y le desearon mucho éxito en su nuevo hogar. "De alguien que te ha admirado TANTO a lo largo de los años, deseándote mucha felicidad, nuevas aventuras maravillosas y mucho amor"; "Awwww... esto debe ¡Sé agridulce para ti! Te deseo una transición sin problemas a tu nuevo hogar. Te envío mucho amor”; "Adiós, cabaña y río, hola a tiempos mejores por delante ", "¡ Mientras que las despedidas son tristes, los nuevos hogares son aventuras divertidas! Buena suerte en tu próximo viaje/aventura”, le escribieron.
Desplazada y sin equipo
Tras la muerte de la reina, Kelly fue desplazada, pues la reina Camilla tiene su propio equipo de estilismo. Fue reconocida por el Rey como comandante de la Real Orden Victoriana, en lugar de Dama Comandante como podría haber esperado. En resumen, casi tres décadas de trabajo, que comenzó como una relación profesional y terminó convirtiéndose en algo mucho más personal, sin tener en cuenta los últimos deseos de la reina de Inglaterra.
Su infinita lealtad a la corona se merecían una recompensa, por eso Angela no debía preocuparse de buscar un nuevo hogar, pero ahora cambiaron para ella, y a unos días de la coronación del nuevo monarca se alista para comenzar un nuevo capítulo en su vida.
